PODRÍA HACERSE REALIDAD EL SUEÑO DE UNA AUTÉNTICA ALDEA GLOBAL


La comprensión de Internet como extensión de los medios

Fernando Gutiérrez/Octavio Islas Carmona


    Profesores e investigadores del ITESM, Campus Estado de México
Hoy día Internet no sólo es la más grande red de computadoras en el mundo, sino además un inteligente medio de comunicación.

Por medio de Internet, una computadora puede conectarse a otras enlazadas en cualquier parte del mundo. Conociendo las direcciones electrónicas de las computadoras con las que deseamos comunicarnos, resulta relativamente sencillo intercambiar mensajes y compartir información.

Por el interés que actualmente le conceden los distintos medios de difusión masiva a la llamada supercarretera de la información, podría suponerse que es una tecnología completamente nueva. En realidad no es así. La red de redes existe desde hace más de 25 años y como muchas de las nuevas tecnologías en materia de comunicaciones, se desprende de avanzados estudios desarrollados por los programas de defensa del gobierno de Estados Unidos.

A mediados de la década de 1960, temiendo que la guerra fría pudiese derivar en un ataque nuclear, el Departamento de Defensa de la Unión Americana empezó a buscar la manera de construir una sólida infraestructura de telecomunicaciones, capaz de soportar la pérdida de alguna de sus partes sin afectar a las demás. Ese proyecto fue conocido como ARPAnet debido a que la institución a la que se encargó tal tarea precisamente fue la Advanced Research Projects Agency (ARPA). Así, en 1970 se lograron enlazar cuatro universidades de la Unión Americana: Stanford, UCLA, UCSB y la Universidad de Utah.

El desarrollo de determinados protocolos de comunicación permitió que todas las computadoras vinculadas a la red se mantuvieran en el mismo nivel, para evitar que un punto central administrara toda la información. El desarrollo de esos protocolos, conocidos como TCP/IP (Transmission Control Protocolo/Internet Protocol), impulsó definitivamente el crecimiento de Internet.

Los protocolos incorporaron una avanzada técnica que permite transmitir la información que viaja por partes a través de Internet. Cada mensaje se divide en pequeños paquetes de datos, lo cual impide que una transmisión, por grande que ésta sea, pueda acaparar la mayor parte de los servicios de la red. De esa forma se garantizaría la comunicación entre las instituciones enlazadas a la red, en el caso de que se presentase un ataque nuclear o cualquier otro desastre. 

Las posibilidades de intercambio de información y de comunicación remota rápidamente fueron advertidas por la comunidad científica. En 1972, un total de 40 universidades ya formaban parte de la ARPAnet y las computadoras de esas instituciones ya podían intercambiar mensajes y archivos. Además, la avanzada tecnología permitía controlar otras computadoras a distancia. La realidad parecía haber alcanzado lo ayer anunciado por la ciencia ficción.

El manejo de redes de cómputo, entonces, únicamente era posible en las principales instituciones de educación superior y en centros de investigación que contaban con avanzados equipos de cómputo. Años después, a mediados de los setenta, la introducción de las minicomputadoras y la creación del sistema UNIX propició el paulatino ingreso de instituciones pequeñas y medianas a Internet.1 Así empezaron a extenderse por todo el mundo nuevas y más amplias redes de computadoras.

En 1979, la National Science Foundation (NSF) auspició la creación de la Computer Science Research Network (CSnet), red que promovió el intercambio de información científica entre nuevos centros de educación superior e investigación en la Unión Americana. Poco después surgió la idea de enlazar las redes ARPAnet y CSnet, lo que representó un paso definitivo en la formación de Internet.

Posteriormente surgieron nuevas redes como Usenet, Bitnet y FidoNet, las cuales hicieron posible que un mayor número de computadoras se conectaran a la gran red. No obstante, el impulso definitivo corrió a cargo de la National Science Foundation al incorporar una red de alta velocidad para supercomputadoras. Dicha red conectaba a más de una docena de centros de supercómputo de Estados Unidos y garantizó mayor rapidez en la transmisión de información. Ningún gobierno u organismo privado dirige Internet, aunque existen algunas instituciones que inciden relativamente en su administración y desarrollo. Las dos organizaciones que más influencia ejercen sobre ella son la NSF y la Internet Society.

Como administradora de la columna vertebral de Internet, la NSF estableció políticas de uso que debe acatar todo aquel que acceda a la red.

La Internet Society (IS), que funciona como un importante consejero, dicta algunas reglas sobre el funcionamiento de la red, pero dista mucho de gobernarla.

En 1990, al eliminarse la obligación de tener el permiso de los respectivos gobiernos para tener acceso a la red, dio comienzo un periodo de extraordinaria expansión gracias al inicio de las primeras actividades comerciales en Internet. De las 159 mil computadoras conectadas en 1990, la cifra se incrementó a más de 25 millones al iniciar 1997.

Una de las causas que definitivamente contribuyó al formidable crecimiento de Internet durante esos años, fue la simplificación que registraron las herramientas de conexión a la red. Cuando iniciaba el proyecto ARPAnet, los primeros centros dedicados a la planeación y desarrollo de redes se establecieron en instituciones dedicadas al estudio de las ciencias de la computación. Por ello, sólo un selecto grupo de especialistas dominaba los programas necesarios para tener acceso a Internet.

A medida que la red se fue extendiendo, comenzaron a integrarse al reducido grupo de expertos, algunos usuarios con escasos conocimientos en materia de computación. Por tal motivo fue necesario diseñar nuevas y más sencillas herramientas de comunicación para Internet. Unas de las más relevantes contribuciones procedió de la Universidad de Minnesota, la cual en 1991 logró generar un programa que permite revisar directorios y obtener archivos mediante un sencillo sistema de menús.2

Rápidamente el uso del Gopher se extendió en todo el mundo y diversas instituciones comenzaron a ofrecer variados servicios de información, hasta formarse así una red mundial apoyada en Internet.

Actualmente la herramienta más importante de Internet es la World Wide Web (WWW). Tal herramienta fue desarrollada por Tim Berners Lee en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, en Suiza, en 1989, y en 1991 el referido laboratorio anunció la WWW al mundo. Su enorme popularidad se debe a que permite el acceso a los distintos recursos de la red con un sólo programa. La WWW resulta sumamente intuitiva y sencilla de usar, además de amena y llena de posibilidades. En enero de 1993 existían 50 servidores de WWW en el mundo. Meses después, el uso de la nueva herramienta de Internet había propiciado un incremento del 41 mil por ciento en el número de servidores. Actualmente el número estimado de usuarios de la red asciende a casi 100 millones.

    Internet: el medio inteligente
J.C.R. Licklider estableció cuatro re-quisitos para evaluar si efectivamente las computadoras realizan una significativa contribución al desarrollo de la comunicación humana. Estas condiciones son:
    1) Que la acción comunicativa en la que intervienen, se defina y exprese como un proceso de creación interactiva.

    2) Que los tiempos de respuesta sean cortos, para permitir una conversación libre y fluida entre los actores participantes.

    3) Que la red global se encuentre formada por redes regionales indepen-dientes más pequeñas.

    4) Que se formen comunidades virtuales a partir de la afinidad personal y los intereses comunes de los usuarios de las redes.3

Internet cumple con cada una de las condiciones establecidas por Licklider y en consecuencia admite ser calificado como un medio de comunicación inteligente.

Al reflexionar sobre las útiles funciones de la supercarretera de la información, parece necesario proceder con cautela, ya que con relativa facilidad podrían exagerarse sus cualidades. No es la primera ocasión que el advenimiento de un medio genera tan alentadoras expectativas entre la comunidad científica. En épocas anteriores se consideró que el telégrafo sería capaz de eliminar las guerras y que la televisión traería consigo la democracia de los pueblos tras elevar los niveles educativos del gran auditorio.

A pesar de sus evidentes cualidades, el uso de Internet puede apartarse del sendero de la comunicación eminentemente propositiva; podría introducir favorables modificaciones en nuestros patrones de información, y sus características únicas -como la total interactividad y su formidable capacidad de transmisión- permiten que cualquier usuario asuma la condición de emisor masivo. No es descabellado afirmar que por medio de la red de redes, finalmente podría hacerse realidad el sueño de una auténtica aldea global.

El investigador nipón Tetsuro Tomita4 afirma que Internet llena un importante vacío que no cubren de manera satisfactoria los medios de comunicación convencionales. El hueco que dejan tales medios se presenta en audiencias que comprenden entre 10 y 10 mil personas.

Ese rango, a pesar de sus dimensiones, no resulta suficientemente atractivo para los medios de difusión masiva y se encuentra en proceso de ser cubierto por Internet y por otras formas de Comunicación Mediada por Computadoras (CMC). Nuestra primera tabla muestra la forma como los distintos medios de comunicación alcanzan sus respectivas audiencias.

La distintas herramientas de Internet favorecen procesos de comunicación e intercambio de información en audiencias cuyas dimensiones podrían considerarse como medianas, permitiendo que los usuarios desarrollen un estrecho contacto. De esa manera, al compartir determinados pasatiempos o mostrar interés común en ciertas áreas, Internet puede llenar el importante espacio abandonado por los medios de comunicación convencionales. Además introduce nuevas pautas de convivencia e integración social al desplazar a un segundo término algunas de las difíciles fronteras psicológicas, raciales, sexuales y económicas. Los usuarios pueden relacionarse en activos grupos de discusión e intercambiar información sobre sus temas de interés, sin considerar la situación social, educativa o geográfica de las personas con las que han establecido contacto.

Otro aporte relevante de Internet se desprende de su formidable capacidad para estimular el desarrollo de instancias autónomas de información. Cualquier persona puede expresar sus puntos de vista sobre algún asunto en particular e incluso orientar su actividad en la red a la tarea de diseminar sus ideas entre otros usuarios, y evitar así la agobiante mediación de instituciones que pudieran mostrarse dispuestas a censurarle en cualquier otro medio de comunicación.

A diferencia de los medios convencionales, el cibernauta se convierte en un auténtico emisor. Tal situación lógicamente podría disminuir el poder y la credibilidad de que hoy gozan algunos medios de difusión, los cuales han logrado mantener un efectivo control sobre la producción del conocimiento y la circulación misma de la información.

En los momentos actuales resulta necesario preguntarse si Internet podría introducir positivos cambios en los rígidos modelos informativos de nuestras sociedades. Pero antes resulta indispensable explorar los recursos de comunicación con que cuenta Internet.

En las CMC, el texto escrito transmite los mensajes y los códigos. Además, las formas de comunicación utilizadas para dar a conocer el texto son prácticamente nuevas y, por tanto, poco estudiadas. De la combinación de estas dos circunstancias se pueden extraer dos características básicas de las CMC.

1) Falta información sobre el contexto social en el que se llevan a cabo los nuevos procesos comunicativos mediados por computadoras. Existen pocos indicadores respecto al estatus social de los usuarios. Además, en muchas aplicaciones es posible permanecer en el anonimato.

2) Todavía no hemos logrado establecer las normas que favorezcan un apropiado uso de los nuevos medios electrónicos de información. Nuestra segunda tabla, elaborada por Felipe Bourlon, estudiante del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, nos muestra algunos de los usos actuales de las principales herramientas de Internet.

Nuestras escuetas referencias sobre las prácticas comunicativas que pueden desarrollarse a través de las distintas herramientas de Internet, nos permiten afirmar que la llamada gran red de redes se encuentra plenamente facultada para erigirse como la perfecta síntesis de los medios de difusión masiva convencionales, e incluso nos permite proponer la hipótesis de que paulatinamente Internet asumirá y desempeñará, de forma integral, un considerable número de las funciones comunicativas que en la actualidad realizan de manera fragmentaria muchos de los medios de difusión convencionales.

Es importante destacar que existen obvias limitaciones en las CMC cuando las comparamos con la comunicación interpersonal. En esta última, el lenguaje corporal, el tono, la mirada y muchos otros indicadores de la comunicación no verbal transmiten valiosa información sobre la circunstancia concreta.

Algunos críticos de la CMC aseguran que las personas que utilizan esas tecnologías de información tienden a ser sumamente individualistas, o bien, desadaptados sociales que encuentran más sencillo convivir con un monitor que con otras personas. Las tecnologías de CMC nos instalan en nuevos universos virtuales y éstos -afirma la escritora Camille Paglia- "nos alejan de la realidad".5

    Medio con futuro
A medida que Internet ha ido creciendo, un mayor número de personas -que podrían ser designadas como normales- se han integrado a la red. La posibilidad de realizar negocios, buscar información en las regiones más apartadas del planeta o tener acceso a novedosas formas de entretenimiento, son razones suficientemente poderosas para explicarnos por qué el ciudadano común integra el uso de Internet a sus actividades cotidianas. Incluso podría afirmarse que, para el mejor desempeño profesional, tener acceso a Internet se ha convertido en una especie de requisito.

Los académicos e investigadores forman parte de uno de los sectores más dinámicos de Internet. Hoy día, en cualquier área o disciplina del conocimiento humano, investigadores de todo el mundo dan a conocer los resultados de sus estudios a través de la red, o consultan los trabajos realizados por otros colegas.

A través de Internet, cualquier investigador puede consultar las bases de datos concentradas en los servidores electrónicos de las bibliotecas de las más reconocidas universidades del mundo. Asimismo, el cibernauta fácilmente puede remitirse a la información que proporcionan algunas agencias gubernamentales, librerías electrónicas y centros de investigación. Ese tipo de consultas electrónicas representan un considerable ahorro de tiempo y recursos para el investigador. La información que hace algunos años resultaba inaccesible, hoy día se consigue en cuestión de segundos.

La mayor parte de los principales grupos corporativos mundiales ya considera a Internet como un efectivo medio publicitario. Al respecto, cabe mencionar que durante 1995, las dos terceras partes de las 500 empresas más importantes del mundo, según la revista Fortune, ya empleaban Internet en sus comunicaciones ordinarias. Algunos de los principales directivos de esas empresas afirmaban que los corporativos que no consigan aprovechar las grandes ventajas de la red, en un futuro no muy lejano podrían enfrentar agudos problemas. Internet es el medio idóneo para proyectar una positiva imagen corporativa en el mundo. A través de ella pueden desarrollarse amplios programas de relaciones públicas electrónicas, pero no debe convertirse en una panacea. Si la institución que se ha integrado a Internet carece de una estrategia rectora de sus acciones comunicativas, su presencia en tal red lógicamente carecerá de sentido.6

Internet también permite desarrollar efectivas campañas de publicidad mundial a precios sumamente económicos. Ningún otro medio de comunicación permitiría difundir mensajes comerciales de una empresa a un costo tan bajo para una audiencia de casi 100 millones de personas en más de 180 naciones.

Además de su empleo en ambiciosas acciones de publicidad corporativa, también es posible usar Internet para mejorar las comunicaciones internas y externas de una organización. Su aprovechamiento posibilita ampliar los canales de distribución; desarrollar programas de planeación estratégica; desarrollar formas de colaboración con otras compañías en determinados proyectos; mejorar el desarrollo de productos; simplificar y agilizar la obtención y uso de información; acceder a formas más avanzadas e imaginativas de mercadotecnia y ventas, etcétera.

Para que una empresa obtenga las mejores ventajas de Internet, es necesario que adopte una actitud innovadora en la solución de sus problemas de servicio, ventas y mercadotecnia. Esa actitud precisamente deberá sustentarse en la creación de valores orientados hacia el desarrollo de una productiva cultura de intercambio de información.

Tal postura supone que la empresa no limitará el uso de Internet a sus clientes, sino que compartirá con los empleados información útil, detallada, actualizada y constante. Dicha información deberá presentarse de acuerdo con las principales características de Internet, es decir: interacción y profundidad.

Las ventajas que una empresa puede obtener de Internet van más allá del positivo desarrollo de su imagen corporativa. En Internet, el empresario puede encontrar amplia información sobre nuevos proveedores, reglamentos, condiciones de acceso a nuevos mercados, y tendencias que los regulan.

Como ya hemos referido, el número de usuarios aumenta día a día por la constante simplificación de las herramientas para tener acceso a la información.

En un futuro cercano se dispondrá de herramientas mucho más sencillas y amigables que abrirán nuevos senderos a Internet. Los nuevos mercados virtuales modificarán los hábitos de consumo y estilos de vida de millones de seres humanos. La red de redes intensificará la creciente globalización de la economía mundial. Las prácticas proteccionistas y las restricciones que actualmente aplican algunas naciones para limitar el libre desarrollo de las actividades comerciales, poco a poco serán desechadas. Internet incluso forzará la apertura comercial de muchas economías.

En un futuro inmediato, se incrementará el número de trabajadores que diariamente realizarán sus labores -en computadoras- desde la comodidad de su casa. La consecuente descentralización de las fuentes de trabajo, propiciará drásticas modificaciones en los antiguos centros de decisión y poder.

Durante el próximo milenio seguramente se consumará la transición hacia las sociedades de la comunicación y la calidad informativa de las acciones será el nuevo fundamento de las relaciones humanas.

    NOTAS
1) UNIX es considerado por los expertos como el sistema operativo natural de Internet.

2) El menú es una lista jerárquica de opciones que permite realizar alguna selección de información mediante el teclado o el mouse, misma que puede remitirnos a otra lista de opciones, sin tener un límite preciso de niveles.

3) Las comunidades virtuales son grupos de personas distribuidas en todo el planeta, las cuales comparten determinadas preferencias culturales e informativas y se relacionan entre sí a través de distintas redes electrónicas.

4) Tomita, Tetsuro: "The New Electronic Media and Their Place in the Information Market of the Future", en Newspapers and Democracy: International Essays on a Changing Medium, A. Smith, Editor. Cambridge, MA: MIT Press, 1980.

5) Netguide, marzo, 1995.

6) Véase Eugene Marlow: Electronic Public Relations, Waldsworth Publishing Company, USA, 1996.



 
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