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Resultados de un seguimiento y an�lisis hemerogr�fico y documental

RECUENTO DE DA�OS A LAS LIBERTADES DE EXPRESI�N E INFORMACI�N DURANTE 1998

Ver�nica Trinidad Mart�nez� / Ang�lica Pineda / Omar Ra�l Mart�nez

Ver�nica Trinidad Mart�nez es coordinadora t�cnica de la Unidad de Seguimiento y An�lisis de la Libertad de Expresi�n de la Fundaci�n Manuel Buend�a (FMB).
Ang�lica Pineda es coordinadora del �rea de Comunicaci�n Civil del Centro Nacional de Comunicaci�n Social.
Omar Ra�l Mart�nez es director de la Revista Mexicana de Comunicaci�n, que edita la FMB.
Los autores agradecen infinitamente a Nubia Citlalli Salas y Manuela Olivos, colaboradoras de la FMB, por su valioso apoyo en el an�lisis y procesamiento de datos.

El ejercicio de las libertades informativas en M�xico contin�an vi�ndose vulneradas de manera constante y ascendente: si en el primer bienio del presente sexenio se consignaron 240 incidentes contra periodistas y medios de comunicaci�n, y durante 1997 pudieron registrarse 187 (lo cual supuso un aumento del 55%), a lo largo de 1998 la cifra creci� un 8% respecto del a�o precedente para sumar 202 casos.1� Desde tal perspectiva puede se�alarse que ocurrieron casi cuatro incidentes cada semana.

El panorama del oficio period�stico en nuestro pa�s, por ende, si bien ha ensanchado sus linderos cr�ticos en prensa y radio fundamentalmente, ello ha sido posible a costa de crecientes agresiones y hechos que pueden significar inhibici�n o presiones tanto a periodistas como a medios.

Todo lo anterior se desprende de un an�lisis y seguimiento hemerogr�fico y documental sobre el estado de las libertades de expresi�n e informaci�n en M�xico durante 1998, realizado por la Fundaci�n Manuel Buend�a (FMB) y el Centro Nacional de Comunicaci�n Social (Cencos) con el valioso apoyo de la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH) y el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), como parte de los trabajos emprendidos por la Red Mexicana de Protecci�n a Periodistas y Medios de Comunicaci�n, de la cual tambi�n son organismos miembros� �y contribuyeron de manera significativa al desarrollo del presente estudio� la Fraternidad de Reporteros de M�xico, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agust�n Pro Ju�rez y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria.2

Vision global

De la suma total de incidentes consignados (202) y de acuerdo con nuestros criterios metodol�gicos3, el 61% (o sea 122) fueron agresiones p�blicas o embozadas tanto a periodistas (52%) como a medios de comunicaci�n (9%).� El porcentaje restante (39%) lo constituyeron hechos que pueden significar inhibici�n o presiones a informadores o analistas (34%) y medios (5%). Tales tendencias sugieren un paulatino crecimiento de actos que, si bien no pueden considerarse en estricto sentido atentados a las libertades informativas, significan hechos cuya recurrencia resulta preocupante.


Del n�mero global de actos (202) registrados durante 1998, el 23% correspondi� a agresiones f�sicas y en segundo orden se ubicaron hechos que pueden significar inhibici�n o presiones al ejercicio del periodismo, tales como demandas (13%), detenciones (8%) y citas a comparecer (6%), entre otros. Vale hacer notar que el porcentaje de agresiones f�sicas se vio reducido en un 17% respecto del a�o precedente, y a cambio creci� la cifra de los referidos incidentes que pudieran tener implicaciones de car�cter profesional. De igual forma, a diferencia de 1997 en que las amenazas e� intimidaciones sumaron 22%, durante 1998 el n�mero se redujo a 9% en ese rubro, aunque no vari� sustancialmente respecto de incidentes como atentados (8%), bloqueos informativos (5%), acosos u hostigamientos (3%) y asesinatos (3%).

Durante el lapso analizado se consignaron seis homicidios cuyos primeros indicios sugieren m�viles vinculados al quehacer informativo y son los de Luis Mario Garc�a Rodr�guez (Distrito Federal), Claudio Cort�s Garc�a (Distrito Federal), Pedro Valle Hern�ndez (Guerrero), Justino Dom�nguez (Estado de M�xico), Armando Mel�ndez S�nchez (Tamaulipas) y Phillip True, corresponsal norteamericano del diario San Antonio Express News, asesinato ocurrido en los l�mites de Nayarit y Jalisco.4

Los motivos para cometer actos contra periodistas y medios lamentablemente no reflejan variaciones dr�sticas, pues el oficio reporteril contin�a siendo el m�s acosado al momento de cubrir sus informaciones o luego de publicarlas. As�, de acuerdo con las fuentes hemerogr�ficas y documentales consultadas, el 35% de los actos ocurrieron por ejercer la labor period�stica, 23% por contenidos, 14% por motivos desconocidos o no detectados, 7% debido a denuncias, 6% por posibles contenidos, 5% por cr�ticas, y otros de menor cuant�a.� En el mismo terreno, los reporteros fueron las v�ctimas en el 36% de los casos, y le siguieron los cargos de fotorreporteros (12%), corresponsales (12%), directores (7%), conductores o locutores (5%), articulistas o columnistas (4%), entre otros.�

Los periodistas que resultaron mayormente afectados se desempe�an en la fuentes pol�tica (36%), policiaca (26%) e informaci�n general (12%) y el 70% correspondieron al sexo masculino.

Del universo total de casos, el 60% se concentr� en los medios impresos, en tanto que un 13% en la televisi�n y un 12% en la radio, y porcentajes menores en medios diversos.� Asimismo,� 88% se encauz� hacia� individuos y el resto hacia medios de comunicaci�n en su conjunto.

En lo relativo a los presuntos responsables de las agresiones y hechos que pueden significar inhibici�n o presiones a las libertades de expresi�n e informaci�n, las tendencias se mantienen: las fuerzas del orden junto con dependencias policiacas sumaron 31% de incidencias, las instituciones o funcionarios de gobierno acumularon 18%, personas desconocidas o no identificadas alcanzaron 12%, y particulares 11%, entre otros muchos.
De acuerdo con el seguimiento hemerogr�fico y documental, el lugar donde ocurri� el mayor numero de actos contra el quehacer period�stico fue el Distrito Federal (35%) y le siguieron Tamaulipas (9%), Tabasco (7%), Chiapas (6%), Guerrero y Jalisco (cada uno con 4%), as� como Sonora, Hidalgo y Oaxaca (cada uno con 3%), y varios m�s con menores puntos porcentuales.5

Mirada particular a periodistas

Del compendio global de casos, 174 correspondieron a periodistas y el resto (28) a medios de comunicaci�n. Dentro de este subtotal mayoritario (174), como antes se dijo, el 60% fueron agresiones p�blicas o embozadas, y el otro 40% lo constituyeron hechos que pueden significar inhibici�n o presiones.� Entre los primeros incidentes destacan las agresiones f�sicas con 26% de incidencias, amenazas e intimidaciones con 10%;� atentados y bloqueos informativos, cada uno con 5%; y hostigamientos y asesinatos, cada uno con 3%.� Por lo que ata�e a hechos que pueden implicar presiones, la lista la encabezan las demandas con 11% de los casos, seguidas por detenciones (9%), citas a comparecer (7%), despidos (5%) y otros actos de menores cuant�as (anuncios de bloqueo informativo, �rdenes de aprehensi�n, robos, renuncias inducidas, suspensiones, etc�tera).


De ese mismo universo de agresiones� p�blicas o embozadas contra profesionales de la informaci�n y el comentario, 33% se debi� por ejercer el oficio durante la cobertura de hechos, un 8% de incidentes ocurri� por motivos desconocidos o� no identificados, 5% por posibles contenidos, otro 5% por contenidos, y en menor grado se registraron por posibles denuncias (3%), denuncias (3%), entre otros.�

Los hechos que pueden significar inhibici�n o presiones a periodistas acumularon un 35% del total global, y los cuatro m�viles mas importantes fueron: por contenidos (17%), por ejercer su labor (6%),� por denuncias (6%) y por delitos electorales (4%).��

Ahora, en torno a los presuntos responsables de actos contra las libertades informativas de informadores y analistas, el estudio revela que 20% se atribuy� a fuerzas del orden y representantes de dependencias policiacas, 11% a desconocidos, 9% a particulares y 5% a representantes del gobierno, entre otros.� Y respecto de actos que pudiesen interpretarse como atentatorios a las libertades de expresi�n e informaci�n �aunque en rigor estricto no lo sean�, advertimos que 14% fueron cometidos por fuerzas del orden y funcionarios de entidades policiacas,� 8% por representantes gubernamentales, 5% por los propios directivos de los medios, y otros.

En los linderos relativos a periodistas afectados, destaca el hecho de que el 42% del subtotal (174) hayan sido reporteros, 14% corresponsales y otro 14% fotorreporteros, y que los columnistas, articulistas o comentaristas en total no aglutinen m�s all� del 10%.� Todo ello evidencia a todas luces que las tensiones o atentados persisten entre quienes desempe�an quehaceres de car�cter informativo, particularmente en las fuentes pol�tica (43%), policiaca (30%) e informaci�n general (14%), y que tales circunstancias tienden a disminuir entre quienes reflexionan, analizan o comentan los hechos.

Es importante resaltar que� del 60% de los casos referidos a informadores,� el 3% corresponda a incidentes contra corresponsales extranjeros asentados en M�xico, situaci�n que se torn� preocupante habida cuenta su quehacer resporteril en zonas de dif�cil cobertura como en Chiapas.�

Mirada a medios

Del total referido (202), 28 casos �14% de la cifra global�� recayeron en� medios de comunicaci�n como organismos agredidos o inhibidos. Entre los incidentes de mayor recurrencia estuvieron atentados (29%), demandas (21%), tomas de estaci�n (14%), amenazas e intimidaciones, bloqueos informativos y cancelaciones (cada uno con 7%) y hechos de menores porcentajes.� Curiosamente, 29% de dichos actos fueron perpetrados por motivos desconocidos, 28% debido a contenidos,� 14% por posibles contenidos, 11% por ejercer su labor informativa, entre otras razones como cr�ticas (11%) y propaganda propia (7%).�


Finalmente resulta interesante asomarse a los presuntos responsables de actos contra medios informativos: el 18% de las agresiones emprendidas de manera p�blica embozada provino de particulares, 14% de desconocidos, as� como de miembros u organismos deportivos, grupos sociales, funcionarios de gobierno y fuerzas del orden (cada uno con 7%), y otros.� Y por lo que respecta a hechos que pueden significar presi�n o inhibiciones tambi�n a medios, 11% de ellos fue realizado por instituciones de gobierno, 8% por fuerzas del orden y funcionarios de dependencias policiacas, as� como directivos de medios, partidos pol�ticos y particulares (cada uno con 4%), a parte de incidentes con� porcentajes m�s peque�os.

Conclusiones

La realizaci�n de este informe y estudio hemerogr�fico y documental, se inscribe como parte de un proyecto de largo aliento y suma de esfuerzos que se materializan en la Red Mexicana de Protecci�n a Periodistas y Medios de Comunicaci�n.� Las informaciones aqu� contenidas fueron todas ellas aportadas por sus miembros, lo cual nos permite asegurar que el presente Recuento de da�os constituye el m�s fiel acercamiento al estado que guardan las libertades de expresi�n e informaci�n en M�xico durante 1998.


As�, pues, enumeramos a continuaci�n las aristas de mayor relevancia halladas en el an�lisis de los 202 casos consignados en 1998:

a) En contraste con 1997, durante el a�o de estudio aumentaron en un 15% �para sumar 39%�� los hechos que pueden significar inhibici�n o presiones a periodistas y medios informativos, lo cual abre dos v�as de interpretaci�n: que cada vez m�s se recurre a la ley para confrontar la irresponsabilidad o ilegalidad de informadores y medios; o que aumentan las presiones �disfrazadas de medidas legales�� para inhibir el ejercicio cr�tico del periodismo.�

b) Un aspecto que se desprende del punto anterior y resulta imposible soslayar, es que en 1998 se redujo el porcentaje de agresiones p�blicas o embozadas contra quienes desarrollan la actividad period�stica y sus propias entidades: si durante 1997 se registr� un 76% del total de casos, el a�o pasado se detect� un 61%.

c) Como en estudios precedentes, los periodistas mayormente afectados contin�an siendo quienes van en busca de la nota cotidiana al lugar de los hechos y los personajes, es decir, reporteros, corresponsales y fotorreporteros:� en esta ocasi�n, el 60% de los actos se concentraron en ellos, con lo que aument� 5% respecto del a�o precedente.

d) En cuanto a presuntos y m�s probables responsables, tambi�n se mantienen las tendencias: las fuerzas del orden y los representantes del gobierno aparecen como recurrentes en la insana tarea de limitar, coartar o inhibir el quehacer informativo.
e) El estudio revela que las �reas o segmentos de cobertura period�stica que generan mayor conflicto o escozor entre los actores involucrados, son las fuentes pol�tica, policiaca y de inter�s general.

f) Para cerrar, parad�jicamente, el periodo que conjunt� el mayor n�mero de actos contra las libertades de expresi�n e informacion en M�xico fue junio (se detectaron 28, que supone un 14% del total), mes en que se celebra el D�a de la Libertad de Prensa.

NOTAS

1) V�ase Mart�nez, Omar Ra�l y Mart�nez Ver�nica Trinidad,� Recuento de da�os. Un acercamiento al estado de las libertades de expresi�n e informaci�n en M�xico durante 1997.� Folleto editado por el Centro Nacional de Comunicaci�n Social y la Fundaci�n Manuel Buend�a. Una versi�n del mismo estudio tambi�n puede consultarse en Revista Mexicana de Comunicaci�n N�m. 54 Mayo-Junio de 1998. Respecto del periodo 1994-1996, rev�sese Mart�nez Omar, Ra�l y Mart�nez, Ver�nica Trinidad, �Agravios a periodistas mexicanos durante el primer bienio zedillista�, en Revista Mexicana de Comunicaci�n, N�m. 49, Junio-Julio de 1997.
2) En lo que concierne a los prop�sitos de la Red Mexicana de Protecci�n a Periodistas y Medios de Comunicaci�n, as� como de sus miembros, l�ase la informaci�n contenida en las p�ginas segunda y tercera de forros del presente informe.
3) V�ase los �Criterios de selecci�n de casos�, que inician en la p�gina 10 del presente folleto.
4) Vale la pena precisar que durante 1998 tambi�n ocurrieron asesinatos de otras personas vinculadas a medios informativos, pero los m�viles �en apariencia incontrovertibles�� han sido ajenos al quehacer period�stico, raz�n por la cual tales casos no se integraron a este an�lisis hemerogr�fico y documental. Citamos a continuaci�n los nombres de esas personas asesinadas: Sue Huise Sally, reportera de El Sol de M�xico (3/agosto/98); Ren� Garza Cant�, empresario de La Prensa de Reynosa (18/agosto/98); Fernando Mart�nez Ochoa, reportero interno y vocero de Sedesol (22/ octubre/98); Jos� Luis Liz�rraga R�os colaborador del semanario Exacto (20/ noviembre/98); y Carlos Calder�n, director de publicidad del peri�dico La Voz de la Frontera (21/noviembre/98).
5) Conviene destacar, como en anteriores oportunidades, que una de las razones por las cuales el Distrito Federal� encabeza la lista de los estados con mayor n�mero de agresiones y actos inhibitorios al trabajo period�stico, es que las fuentes hemerogr�ficas e institucionales consultadas proceden �la mayor�a� de la Ciudad de M�xico. Quiz�s ello los induce a caer en un filtro centralista y, por falta de suficiente intercomunicaci�n entre el gremio period�stico y las entidades de derechos humanos, se soslaye o minimice lo que ocurre en el resto de la Rep�blica Mexicana.


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