Fundación Manuel Buendia


Seminario Mexicano de Historia de los Medios
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El Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (1937-1939)
Fernando Mejía Barquera
Profr. de  la  ENEP-Aragón.  Autor  del  texto  inédito
 "La industria de la  radio y la  televisión y 
la política  del Estado mexicano, 1920-1988".
Tomado de: Revista Mexicana de Comunicación. Noviembre � Diciembre 1988
En la historia de los medios de comunicación en México existe una sigla   mencionada muy frecuentemente por viejos periodistas y políticos veteranos: el DAPP (Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad), organismo encargado de desarrollar y coordinar las actividades de difusión masiva del gobierno del general Lázaro Cárdenas.Tan controvertido como todo lo relacionado al cardenismo, el DAPP ha sido lo mismo exaltado que condenado. Para algunos es, aún hoy, paradigma de lo que debe ser la organización y uso de los medios de difusión propiedad del Estado. Para otros es un ejemplo más de la inclinación que los gobiernos posrrevolucionarios han tenido siempre a administrar los medios de difusión de una manera vertical y sin permitir el acceso a ellos por parte de los sectores sociales. Para posturas más radicales, el DAPP fue  simplemente, el instrumento utilizado por el régimen cardenista para imponerla censura e impedir la libertad de expresión. Pero ¿qué era realmente el DAPP y cuál fue su labor durante su breve pero significativa existencia de tres años? En la víspera del sexenio 1988-1994, cuando el nuevo equipo gobernante introducir seguramente innovaciones en cuanto a la forma de organizar  y usar los  medios de difusión masiva propiedad del Estado y cuando las oposiciones comienzan a plantear propuestas alternativas a las del gobierno en relación  con este asunto, es útil conocer algunos antecedentes acerca de la manera en que regímenes anteriores han empleado esos recursos. 

La creación del DAPP  

Desde su estancia como presidente del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1931, el general Cárdenas había dado muestras de su interés por los medios de difusión masiva y de su capacidad para emplearlos. Ese año se fundó la estación radiofónica del PNR (la XEFO, que fue vendida a  particulares por el gobierno de Manuel Ávila Camacho), mientras que el periódico El Nacional Revolucionario, órgano oficial del PNR, vivió una de sus mejores épocas. Posteriormente, durante su campaña electoral para la  presidencia de la República, el general Cárdenas utilizó en gran escala a la radio apoyado en un equipo de especialistas que coordinaba la transmisión  de sus mensajes. Asimismo, desde el inicio de su gobierno, Cárdenas usó permanentemente la radio para, a través de los famosos "encadenamientos" de estaciones, dirigir mensajes a la población. Al respecto son célebres el pronunciado en octubre de 1936 para explicar a la nación las causas políticas y los fundamentos legales de la expropiación en la región coahuilense de La Laguna de 500 mil hectáreas de tierra (acto que constituyó uno de los momentos culminantes de la reforma agraria en México y cuyos efectos políticos en favor del cardenismo se viven todavía hoy); el  pronunciado desde el Palacio de Gobierno de San Luis Potosí en mayo de 1938  para llamar al pueblo a combatir la rebelión de Saturnino Cedillo y, por supuesto, el de marzo del mismo año con motivo de la expropiación petrolera. Pero a pesar de que el régimen cardenista utilizó desde su inicio y de manera intensa los medios masivos, especialmente la radio, no fue sino hasta 1936 cuando los recursos de difusión propiedad del Estado fueron organizados de acuerdo con un plan rector. En efecto, según el propio general Cárdenas, la difusión masiva del gobierno, aunque intensa, acusaba un grave defecto: falta de coordinación entre las diversas dependencias para transmitir su información. Esto, a juicio del Presidente, encerraba el riesgo de que esas dependencias pudieran emitir información contradictoria al no estar la difusión masiva del gobierno regida por una política central. Por ello era necesaria la creación de un organismo, vinculado directamente con el presidente de la República, que se encargara de centralizar la información proveniente de todas las Secretarías de Estado y Departamentos Autónomos, de procesarla conforme a la política del régimen y de difundirla siguiendo los mismos lineamientos. Ese organismo fue el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad creado por decreto presidencial en diciembre de 1936.(1) Acerca de la necesidad de crear el DAPP, el general Cárdenas afirmaba lo siguiente:  

"El desarrollo de un programa definido de gobierno requiere de órganos de  publicidad y propaganda coordinados bajo una sola dirección y aplicados a realizar una obra continua de difusión de hechos y doctrinas en la mente pública; así, todo gobierno que no se limite a cuidar el orden sino que  además ejerza funciones definidas que tiendan a fomentar la potencialidad del país, así como a fijar conceptos de ética colectiva debe disponer de un mecanismo adecuado para actuar sobre la atención pública nacional  y  extranjera. (No obstante, aclaraba Cárdenas) hasta aquí, la propaganda de los principios en que se ha fundado la acción gubernamental se ha desarrollado más bien inconexamente y con un fin propiamente expositivo, pero sin obedecer a un propósito general del Estado."(2)  

Contar con un organismo como el DAPP  era, por todo lo anterior, una  necesidad impostergable para el gobierno de Cárdenas, pues a medida que este régimen iba  realizando reformas significativas en los ámbitos social, político y económico, las campañas de propaganda en su contra promovidas por sectores de la burguesía nacional y por el capital imperialista iban en aumento. El gobierno requería, por lo tanto, contar con un dispositivo de difusión masiva que le permitiera, por un lado, explicar y justificar sus actos ante la población y, por  otro, desarrollar una contrainformación permanente que le ayudara a combatir esas campañas.  

Las funciones  

El DAPP comenzó a funcionar el 1o. de enero de 1937 por orden del decreto presidencial (enviado al Congreso en diciembre de 1936) que reformó  y  adicionó la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado. Por medio de  ese decreto, el DAPP quedaba incluido en una lista de dependencias del  Ejecutivo que sumaba ocho Secretarías de Estado y ocho Departamentos Autónomos. En el artículo 15b de la citada Ley se especificaban las funciones que estarían a cargo del DAPP: 1) publicidad y propaganda   oficiales; 2) dirección y administración de las publicaciones periódicas dedicadas  a realizar la propaganda especial o general de las dependencias del Ejecutivo; 3) información oficial a la prensa nacional y extranjera, a las agencias cablegráficas e informativas, a las autoridades civiles y militares y a los representantes de México en el extranjero; 4) servicio  de propaganda a los periódicos del país y del extranjero; 5) servicio  editorial de publicidad y propaganda (libros, folletos, álbumes y medios semejantes); 6) realización de películas cinematográficas (informativas, educativas y de propaganda); 7) otorgamiento de autorización para exhibir  comercialmente películas cinematográficas en toda la República y exportación de las producidas en el país; 8) dirección y administración de las   estaciones  de radiodifusión pertenecientes al Ejecutivo (con excepción de las dependientes de la Secretaría de Guerra y Marina); 9) supervisión y reglamentación de  la propaganda y la publicidad  hecha por medio de  estaciones radiodifusoras comerciales y culturales establecidas en la República; 10) propaganda directa por circulares, cartas y otros medios semejantes; 11) propaganda indirecta por medio del teatro, carteles, periódicos murales, frases postales, engomados, placas cinematográficas y otros medios semejantes; 12) publicación del Diario oficial de la  Federación;  13) administración del Archivo General de la Nación.(3) Para dirigir al DAPP, el presidente Cárdenas nombró al señor Agustín Arroyo Ch.  

La relación que el DAPP y las Secretarías de Estado y Departamentos Autónomos debían mantener en la práctica fue fijada por el presidente Cárdenas a través de una circular de junio de 1937. En ese documento el Presidente instruía a los funcionarios  para que enviaran al DAPP todas  aquellas informaciones que desearan hacer públicas con el fin de que dicho organismo las "radiara o publicara". "Ruego a usted -decía Cárdenas en  la  misiva- que periódicamente dé el programa revisado por usted al DAPP para que lo haga conocer al país en la inteligencia de que el propio Departamento lo ampliar o reducir de acuerdo al programa que formule diariamente para el radio y para la prensa".(4) Así, el DAPP se convirtió en el "laboratorio de comunicación social"(5) del gobierno; es decir, en el lugar donde se concentraba, procesaba y difundía la información oficial. 

Ahora bien, como puede verse en el listado de funciones asignadas al DAPP, el gobierno no sólo se proponía a través de él coordinar  y realizar su propia difusión masiva, sino ejercer la tarea de control y vigilancia de toda la información difundida en el país (en ese sentido apuntaban las atribuciones señaladas con los números 7 y 9). 

Estas labores de supervisión y reglamentación asignadas al DAPP constituyeron, junto con el ordenamiento marcado en la Ley de Vías Generales de Comunicación y en el artículo 84 del Reglamento vigente para las estaciones de radio (publicado en 1936) que prohibía el tratamiento de asuntos políticos en la radio, obvios mecanismos de control que el gobierno impuso a la dinastía masiva en el país. Lo anterior, sin embargo, no significa que durante el régimen de Cárdenas el gobierno haya mantenido un control absoluto sobre la totalidad de las informaciones que circulaban en el país. Por el contrario, hubo en la época frecuentes ataques al gobierno por parte de diversos órganos de prensa (incluso periódicos tan influyentes como El Universal y Excélsior) .  

Pero, además y esto constituyó uno de los mayores problemas políticos del  régimen cardenista, hubo dentro y fuera de México una intensísima campaña  de propaganda encaminada a desprestigiar al gobierno desarrollada  particularmente por grupos de ultraderecha y profascistas, y alentada, a  partir de 1938, por las compañías extranjeras afectadas por la expropiación petrolera. (6) Precisamente una de las principales tareas realizadas por el DAPP consistió en llevar a cabo una campaña de contrapropaganda a nivel  internacional para defender al gobierno y al presidente Cárdenas de los ataques de que eran objeto. La misma incluyó una gama  muy variada de  recursos: inserciones en periódicos extranjeros pagadas por el gobierno de México, transmisiones de radio  al extranjero a través de la onda corta y  de la cadena NBC de Estados Unidos a la cual estaba afiliada la XEW, y envío de intelectuales a diversos países para que explicaran a través de conferencias y de entrevistas con la prensa "la verdadera situación del país".(7)  

La obra  

A finales de 1938, a dos años de creado, el DAPP había realizado ya una intensa actividad. En su informe de labores presentado ante el Congreso de  la Unión el director del Departamento, Agustín Arroyo Ch., describía así la obra del DAPP entre 1937 y 1938: 1) envío de 6 053 noticias, procedentes de todas las dependencias del Ejecutivo, a los diarios de la capital; 2) producción de 1 301 300 ejemplares correspondientes a 19 publicaciones  oficiales; 35 carteles offset distintos con un tiro de 843 934 ejemplares  relativos a campañas políticas, culturales, educativas y de salubridad; 842 687 ejemplares de carteles de tipografía y grabado; y 89 modelos de volantes y tarjetas, cada uno con tiros de 1 358 523 ejemplares que se repartían en mítines y manifestaciones; 3) producción de 12 películas (y el inicio de 8 más) "de tipo educativo y documental" con títulos como Danzas autóctonas mexicanas, La nacionalización del petróleo, México y su petróleo, etc. De todas ellas se hicieron 116 copias en versiones en español, inglés y francés; 4) creación y puesta en práctica de un programa de Teatro  revolucionario; 5) transmisión, a través de la radio, de 5 207 programas correspondientes a las diferentes dependencias oficiales; estas transmisiones se efectuaron fundamentalmente a través de las dos estaciones del DAPP creadas en 1937 (la XEDP de amplitud modulada y la XEXA de onda corta), pero en muchas ocasiones se realizaron "cadenas", encabezadas por  estas emisoras, en las que participaban todas las estaciones del país.(8)  

La desaparición  

En diciembre de 1939, a sólo tres años de haber sido constituido, el DAPP fue suprimido. El 19 de ese mes el Ejecutivo envió al Congreso de la Unión una iniciativa para reformar la  Ley de Secretarías y Departamentos de  Estado. Según la iniciativa "tres de los Departamentos que actualmente funcionan han cumplido ya los fines para los que fueron creados".(9) Por esa razón "es ya conveniente que  las tareas que les estaban encomendadas vuelvan a las Secretarías de Estado correspondientes a fin de evitar la dispersión de actividades administrativas, interferencias y duplicidad  de directores."(10) Entre esos departamentos estaba el DAPP  y, en consecuencia, las funciones que le competían fueron reintegradas a la Secretaría de Gobernación que originalmente las tenía. 
Pero por qué desapareció realmente el DAPP? Por supuesto podría aceptarse la explicación oficial de que  el 
Departamento "ya había cumplido su misión." Sin embargo, el interés  personal del presidente Cárdenas por crear un organismo como el DAPP y la actividad realizada por éste no hacen muy plausible esa explicación. 
Al margen de los documentos oficiales, que frecuentemente ocultan las verdaderas causas en que se apoyan las decisiones de los gobernantes,  sostengo la hipótesis de que la desaparición del DAPP está vinculada con la crisis del régimen cardenista en 1939; crisis expresada en el debilitamiento de la alianza de clases que apoyaba a Cárdenas y en el fortalecimiento de  las posiciones de la burguesía dentro del aparato estatal y en el partido oficial (ya transformado en  PRM). Esta nueva relación de fuerzas se manifestó no sólo en el plano amplio de la política en donde se había consolidado la presencia del general Manuel Ávila Camacho como candidato a la presidencia de la República por el PRM, sino en aspectos más particulares de la misma. En el campo específico de los medios de difusión, las críticas contra el DAPP (que nunca había sido un organismo simpático para los empresarios de la comunicación ni para numerosos sectores políticos) se habían intensificado(11) y, asimismo, varios de los  principales órganos de prensa del país -particularmente Excélsior y El Universal incrementaban sus ataques al gobierno cardenista y se hacían eco de las presiones de los  sectores políticos y empresariales que amenazaban con apoyar abiertamente al candidato de la derecha, Juan Andrew Almazán, si el del PRM no se comprometía a realizar un gobierno "moderado y serio" ajeno a las "prácticas radicales" que aquellos le adjudicaban al cardenista. Como ha sido ampliamente documentado por numerosos investigadores,(12) el general Ávila Camacho entabló diversos compromisos con varios de esos grupos (por ejemplo con los empresarios de Monterrey)(13) a cambio del  apoyo a su candidatura  y el propio presidente Cárdenas decidió o se vio obligado (o ambas cosas a la vez) a moderar e incluso suspender el programa de reformas que había seguido desde el inicio de su administración para no obstaculizarle al candidato del PRM la consecución de los apoyos que requería. En este marco,  no resulta exagerado plantear que, muy probablemente, una de esas muestras de moderación haya tenido que darse e el campo de la comunicación social considerando que, como es sabido,la política del gobierno en la materia llegó a ser duramente atacada  por los sectores conservadores de dentro y fuera del país y definida por éstos como totalitaria. 
   

(1) Antes de la creación del DAPP las tareas de difusión masiva del  gobierno corrían a cargo de la Dirección de Publicidad y Propaganda dependiente de la Secretaría de Gobernación. Sin embargo, según el general Cárdenas, "la práctica ha demostrado que el órgano central (encargado de esas tareas) requiere plena autonomía para poder desarrollar su función con la mayor eficacia posible." 
Lázaro Cárdenas, Declaración de Motivos y Decreto por el cual se crea el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad, Archivo General de la Nación  (AGN), ramo presidentes, Lázaro Cárdenas, Exp.545.2/33, 25 de diciembre de 1936.  

(2) Ibidem.  

(3) Ibidem.  

(4) AGN, Exp.704.2/4  

(5) El periodista Manuel Buendía solía llamar así al DAPP en sus clases de la materia Oficinas de Prensa de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.  

(6) Por ejemplo, la Standard  Oil, propietaria de la expropiada Huasteca Petroleum Company, contrató para tal efecto a la agencia de publicidad Steve Hannagan  Inc., reputada en la época como "la más dinámica y agresiva de los Estados Unidos."  

(7) Veáse DAPP, Memoria de Labores 1937-1938, México, Ed. DAPP s/f. Entre los  intelectuales que colaboraron en esta campaña estuvieron Luis Chávez Orozco, Julio Jiménez Rueda, José Gorostiza, Ermilo Abreu Gómez, Martín  Luis Gúzman y Alfonso Reyes. Véase ibid.  

(8) Ibidem.  

(9) AGN, Exp. 704.2/4  

(10) Ibidem. 
(11) En Estados Unidos, por ejemplo, los detractores del DAPP comenzaron a difundir la  especie de que éste era "un centro de propaganda nazi" que mantenía contacto con los alemanes a través de unas instalaciones que los  nazis habían instalado en la Sierra Madre Occidental en Chiapas. Al respecto véase AGN, Exp. 432.2/253.8.  

(12) Veáse, por ejemplo, Ariel José Contreras, México 1940: industrialización y crisis política, México, Ed. Siglo XXI, 
pp. 153-179.  

(13) Ibid., pp. 168-169.


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