En
la historia de los medios de comunicación en México existe
una sigla mencionada muy frecuentemente por viejos periodistas
y políticos veteranos: el DAPP (Departamento Autónomo de
Prensa y Publicidad), organismo encargado de desarrollar y coordinar las
actividades de difusión masiva del gobierno del general Lázaro
Cárdenas.Tan controvertido como todo lo relacionado al cardenismo,
el DAPP ha sido lo mismo exaltado que condenado. Para algunos es, aún
hoy, paradigma de lo que debe ser la organización y uso de los medios
de difusión propiedad del Estado. Para otros es un ejemplo más
de la inclinación que los gobiernos posrrevolucionarios han tenido
siempre a administrar los medios de difusión de una manera vertical
y sin permitir el acceso a ellos por parte de los sectores sociales. Para
posturas más radicales, el DAPP fue simplemente, el instrumento
utilizado por el régimen cardenista para imponerla censura e impedir
la libertad de expresión. Pero ¿qué era realmente
el DAPP y cuál fue su labor durante su breve pero significativa
existencia de tres años? En la víspera del sexenio 1988-1994,
cuando el nuevo equipo gobernante introducir seguramente innovaciones en
cuanto a la forma de organizar y usar los medios de difusión
masiva propiedad del Estado y cuando las oposiciones comienzan a plantear
propuestas alternativas a las del gobierno en relación con
este asunto, es útil conocer algunos antecedentes acerca de la manera
en que regímenes anteriores han empleado esos recursos.
La
creación del DAPP
Desde
su estancia como presidente del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en
1931, el general Cárdenas había dado muestras de su interés
por los medios de difusión masiva y de su capacidad para emplearlos.
Ese año se fundó la estación radiofónica del
PNR (la XEFO, que fue vendida a particulares por el gobierno de Manuel
Ávila Camacho), mientras que el periódico El Nacional Revolucionario,
órgano oficial del PNR, vivió una de sus mejores épocas.
Posteriormente, durante su campaña electoral para la presidencia
de la República, el general Cárdenas utilizó en gran
escala a la radio apoyado en un equipo de especialistas que coordinaba
la transmisión de sus mensajes. Asimismo, desde el inicio
de su gobierno, Cárdenas usó permanentemente la radio para,
a través de los famosos "encadenamientos" de estaciones, dirigir
mensajes a la población. Al respecto son célebres el pronunciado
en octubre de 1936 para explicar a la nación las causas políticas
y los fundamentos legales de la expropiación en la región
coahuilense de La Laguna de 500 mil hectáreas de tierra (acto que
constituyó uno de los momentos culminantes de la reforma agraria
en México y cuyos efectos políticos en favor del cardenismo
se viven todavía hoy); el pronunciado desde el Palacio de
Gobierno de San Luis Potosí en mayo de 1938 para llamar al
pueblo a combatir la rebelión de Saturnino Cedillo y, por supuesto,
el de marzo del mismo año con motivo de la expropiación petrolera.
Pero a pesar de que el régimen cardenista utilizó desde su
inicio y de manera intensa los medios masivos, especialmente la radio,
no fue sino hasta 1936 cuando los recursos de difusión propiedad
del Estado fueron organizados de acuerdo con un plan rector. En efecto,
según el propio general Cárdenas, la difusión masiva
del gobierno, aunque intensa, acusaba un grave defecto: falta de coordinación
entre las diversas dependencias para transmitir su información.
Esto, a juicio del Presidente, encerraba el riesgo de que esas dependencias
pudieran emitir información contradictoria al no estar la difusión
masiva del gobierno regida por una política central. Por ello era
necesaria la creación de un organismo, vinculado directamente con
el presidente de la República, que se encargara de centralizar la
información proveniente de todas las Secretarías de Estado
y Departamentos Autónomos, de procesarla conforme a la política
del régimen y de difundirla siguiendo los mismos lineamientos. Ese
organismo fue el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad creado
por decreto presidencial en diciembre de 1936.(1) Acerca de la necesidad
de crear el DAPP, el general Cárdenas afirmaba lo siguiente:
"El
desarrollo de un programa definido de gobierno requiere de órganos
de publicidad y propaganda coordinados bajo una sola dirección
y aplicados a realizar una obra continua de difusión de hechos y
doctrinas en la mente pública; así, todo gobierno que no
se limite a cuidar el orden sino que además ejerza funciones
definidas que tiendan a fomentar la potencialidad del país, así
como a fijar conceptos de ética colectiva debe disponer de un mecanismo
adecuado para actuar sobre la atención pública nacional
y extranjera. (No obstante, aclaraba Cárdenas) hasta aquí,
la propaganda de los principios en que se ha fundado la acción gubernamental
se ha desarrollado más bien inconexamente y con un fin propiamente
expositivo, pero sin obedecer a un propósito general del Estado."(2)
Contar
con un organismo como el DAPP era, por todo lo anterior, una
necesidad impostergable para el gobierno de Cárdenas, pues a medida
que este régimen iba realizando reformas significativas en
los ámbitos social, político y económico, las campañas
de propaganda en su contra promovidas por sectores de la burguesía
nacional y por el capital imperialista iban en aumento. El gobierno requería,
por lo tanto, contar con un dispositivo de difusión masiva que le
permitiera, por un lado, explicar y justificar sus actos ante la población
y, por otro, desarrollar una contrainformación permanente
que le ayudara a combatir esas campañas.
Las
funciones
El
DAPP comenzó a funcionar el 1o. de enero de 1937 por orden del decreto
presidencial (enviado al Congreso en diciembre de 1936) que reformó
y adicionó la Ley de Secretarías y Departamentos de
Estado. Por medio de ese decreto, el DAPP quedaba incluido en una
lista de dependencias del Ejecutivo que sumaba ocho Secretarías
de Estado y ocho Departamentos Autónomos. En el artículo
15b de la citada Ley se especificaban las funciones que estarían
a cargo del DAPP: 1) publicidad y propaganda oficiales; 2)
dirección y administración de las publicaciones periódicas
dedicadas a realizar la propaganda especial o general de las dependencias
del Ejecutivo; 3) información oficial a la prensa nacional y extranjera,
a las agencias cablegráficas e informativas, a las autoridades civiles
y militares y a los representantes de México en el extranjero; 4)
servicio de propaganda a los periódicos del país y
del extranjero; 5) servicio editorial de publicidad y propaganda
(libros, folletos, álbumes y medios semejantes); 6) realización
de películas cinematográficas (informativas, educativas y
de propaganda); 7) otorgamiento de autorización para exhibir
comercialmente películas cinematográficas en toda la República
y exportación de las producidas en el país; 8) dirección
y administración de las estaciones de radiodifusión
pertenecientes al Ejecutivo (con excepción de las dependientes de
la Secretaría de Guerra y Marina); 9) supervisión y reglamentación
de la propaganda y la publicidad hecha por medio de estaciones
radiodifusoras comerciales y culturales establecidas en la República;
10) propaganda directa por circulares, cartas y otros medios semejantes;
11) propaganda indirecta por medio del teatro, carteles, periódicos
murales, frases postales, engomados, placas cinematográficas y otros
medios semejantes; 12) publicación del Diario oficial de la
Federación; 13) administración del Archivo General
de la Nación.(3) Para dirigir al DAPP, el presidente Cárdenas
nombró al señor Agustín Arroyo Ch.
La
relación que el DAPP y las Secretarías de Estado y Departamentos
Autónomos debían mantener en la práctica fue fijada
por el presidente Cárdenas a través de una circular de junio
de 1937. En ese documento el Presidente instruía a los funcionarios
para que enviaran al DAPP todas aquellas informaciones que desearan
hacer públicas con el fin de que dicho organismo las "radiara o
publicara". "Ruego a usted -decía Cárdenas en la
misiva- que periódicamente dé el programa revisado por usted
al DAPP para que lo haga conocer al país en la inteligencia de que
el propio Departamento lo ampliar o reducir de acuerdo al programa que
formule diariamente para el radio y para la prensa".(4) Así, el
DAPP se convirtió en el "laboratorio de comunicación social"(5)
del gobierno; es decir, en el lugar donde se concentraba, procesaba y difundía
la información oficial.
Ahora
bien, como puede verse en el listado de funciones asignadas al DAPP, el
gobierno no sólo se proponía a través de él
coordinar y realizar su propia difusión masiva, sino ejercer
la tarea de control y vigilancia de toda la información difundida
en el país (en ese sentido apuntaban las atribuciones señaladas
con los números 7 y 9).
Estas
labores de supervisión y reglamentación asignadas al DAPP
constituyeron, junto con el ordenamiento marcado en la Ley de Vías
Generales de Comunicación y en el artículo 84 del Reglamento
vigente para las estaciones de radio (publicado en 1936) que prohibía
el tratamiento de asuntos políticos en la radio, obvios mecanismos
de control que el gobierno impuso a la dinastía masiva en el país.
Lo anterior, sin embargo, no significa que durante el régimen de
Cárdenas el gobierno haya mantenido un control absoluto sobre la
totalidad de las informaciones que circulaban en el país. Por el
contrario, hubo en la época frecuentes ataques al gobierno por parte
de diversos órganos de prensa (incluso periódicos tan influyentes
como El Universal y Excélsior) .
Pero,
además y esto constituyó uno de los mayores problemas políticos
del régimen cardenista, hubo dentro y fuera de México
una intensísima campaña de propaganda encaminada a
desprestigiar al gobierno desarrollada particularmente por grupos
de ultraderecha y profascistas, y alentada, a partir de 1938, por
las compañías extranjeras afectadas por la expropiación
petrolera. (6) Precisamente una de las principales tareas realizadas por
el DAPP consistió en llevar a cabo una campaña de contrapropaganda
a nivel internacional para defender al gobierno y al presidente Cárdenas
de los ataques de que eran objeto. La misma incluyó una gama
muy variada de recursos: inserciones en periódicos extranjeros
pagadas por el gobierno de México, transmisiones de radio
al extranjero a través de la onda corta y de la cadena NBC
de Estados Unidos a la cual estaba afiliada la XEW, y envío de intelectuales
a diversos países para que explicaran a través de conferencias
y de entrevistas con la prensa "la verdadera situación del país".(7)
La
obra
A finales
de 1938, a dos años de creado, el DAPP había realizado ya
una intensa actividad. En su informe de labores presentado ante el Congreso
de la Unión el director del Departamento, Agustín Arroyo
Ch., describía así la obra del DAPP entre 1937 y 1938: 1)
envío de 6 053 noticias, procedentes de todas las dependencias del
Ejecutivo, a los diarios de la capital; 2) producción de 1 301 300
ejemplares correspondientes a 19 publicaciones oficiales; 35 carteles
offset distintos con un tiro de 843 934 ejemplares relativos a campañas
políticas, culturales, educativas y de salubridad; 842 687 ejemplares
de carteles de tipografía y grabado; y 89 modelos de volantes y
tarjetas, cada uno con tiros de 1 358 523 ejemplares que se repartían
en mítines y manifestaciones; 3) producción de 12 películas
(y el inicio de 8 más) "de tipo educativo y documental" con títulos
como Danzas autóctonas mexicanas, La nacionalización del
petróleo, México y su petróleo, etc. De todas ellas
se hicieron 116 copias en versiones en español, inglés y
francés; 4) creación y puesta en práctica de un programa
de Teatro revolucionario; 5) transmisión, a través
de la radio, de 5 207 programas correspondientes a las diferentes dependencias
oficiales; estas transmisiones se efectuaron fundamentalmente a través
de las dos estaciones del DAPP creadas en 1937 (la XEDP de amplitud modulada
y la XEXA de onda corta), pero en muchas ocasiones se realizaron "cadenas",
encabezadas por estas emisoras, en las que participaban todas las
estaciones del país.(8)
La
desaparición
En
diciembre de 1939, a sólo tres años de haber sido constituido,
el DAPP fue suprimido. El 19 de ese mes el Ejecutivo envió al Congreso
de la Unión una iniciativa para reformar la Ley de Secretarías
y Departamentos de Estado. Según la iniciativa "tres de los
Departamentos que actualmente funcionan han cumplido ya los fines para
los que fueron creados".(9) Por esa razón "es ya conveniente que
las tareas que les estaban encomendadas vuelvan a las Secretarías
de Estado correspondientes a fin de evitar la dispersión de actividades
administrativas, interferencias y duplicidad de directores."(10)
Entre esos departamentos estaba el DAPP y, en consecuencia, las funciones
que le competían fueron reintegradas a la Secretaría de Gobernación
que originalmente las tenía.
Pero
por qué desapareció realmente el DAPP? Por supuesto podría
aceptarse la explicación oficial de que el
Departamento
"ya había cumplido su misión." Sin embargo, el interés
personal del presidente Cárdenas por crear un organismo como el
DAPP y la actividad realizada por éste no hacen muy plausible esa
explicación.
Al
margen de los documentos oficiales, que frecuentemente ocultan las verdaderas
causas en que se apoyan las decisiones de los gobernantes, sostengo
la hipótesis de que la desaparición del DAPP está
vinculada con la crisis del régimen cardenista en 1939; crisis expresada
en el debilitamiento de la alianza de clases que apoyaba a Cárdenas
y en el fortalecimiento de las posiciones de la burguesía
dentro del aparato estatal y en el partido oficial (ya transformado en
PRM). Esta nueva relación de fuerzas se manifestó no sólo
en el plano amplio de la política en donde se había consolidado
la presencia del general Manuel Ávila Camacho como candidato a la
presidencia de la República por el PRM, sino en aspectos más
particulares de la misma. En el campo específico de los medios de
difusión, las críticas contra el DAPP (que nunca había
sido un organismo simpático para los empresarios de la comunicación
ni para numerosos sectores políticos) se habían intensificado(11)
y, asimismo, varios de los principales órganos de prensa del
país -particularmente Excélsior y El Universal incrementaban
sus ataques al gobierno cardenista y se hacían eco de las presiones
de los sectores políticos y empresariales que amenazaban con
apoyar abiertamente al candidato de la derecha, Juan Andrew Almazán,
si el del PRM no se comprometía a realizar un gobierno "moderado
y serio" ajeno a las "prácticas radicales" que aquellos le adjudicaban
al cardenista. Como ha sido ampliamente documentado por numerosos investigadores,(12)
el general Ávila Camacho entabló diversos compromisos con
varios de esos grupos (por ejemplo con los empresarios de Monterrey)(13)
a cambio del apoyo a su candidatura y el propio presidente
Cárdenas decidió o se vio obligado (o ambas cosas a la vez)
a moderar e incluso suspender el programa de reformas que había
seguido desde el inicio de su administración para no obstaculizarle
al candidato del PRM la consecución de los apoyos que requería.
En este marco, no resulta exagerado plantear que, muy probablemente,
una de esas muestras de moderación haya tenido que darse e el campo
de la comunicación social considerando que, como es sabido,la política
del gobierno en la materia llegó a ser duramente atacada por
los sectores conservadores de dentro y fuera del país y definida
por éstos como totalitaria.
(1)
Antes de la creación del DAPP las tareas de difusión masiva
del gobierno corrían a cargo de la Dirección de Publicidad
y Propaganda dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Sin embargo, según el general Cárdenas, "la práctica
ha demostrado que el órgano central (encargado de esas tareas) requiere
plena autonomía para poder desarrollar su función con la
mayor eficacia posible."
Lázaro
Cárdenas, Declaración de Motivos y Decreto por el cual se
crea el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad, Archivo General
de la Nación (AGN), ramo presidentes, Lázaro Cárdenas,
Exp.545.2/33, 25 de diciembre de 1936.
(2)
Ibidem.
(3)
Ibidem.
(4)
AGN, Exp.704.2/4
(5)
El periodista Manuel Buendía solía llamar así al DAPP
en sus clases de la materia Oficinas de Prensa de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la UNAM.
(6)
Por ejemplo, la Standard Oil, propietaria de la expropiada Huasteca
Petroleum Company, contrató para tal efecto a la agencia de publicidad
Steve Hannagan Inc., reputada en la época como "la más
dinámica y agresiva de los Estados Unidos."
(7)
Veáse DAPP, Memoria de Labores 1937-1938, México, Ed. DAPP
s/f. Entre los intelectuales que colaboraron en esta campaña
estuvieron Luis Chávez Orozco, Julio Jiménez Rueda, José
Gorostiza, Ermilo Abreu Gómez, Martín Luis Gúzman
y Alfonso Reyes. Véase ibid.
(8)
Ibidem.
(9)
AGN, Exp. 704.2/4
(10)
Ibidem.
(11)
En Estados Unidos, por ejemplo, los detractores del DAPP comenzaron a difundir
la especie de que éste era "un centro de propaganda nazi"
que mantenía contacto con los alemanes a través de unas instalaciones
que los nazis habían instalado en la Sierra Madre Occidental
en Chiapas. Al respecto véase AGN, Exp. 432.2/253.8.
(12)
Veáse, por ejemplo, Ariel José Contreras, México 1940:
industrialización y crisis política, México, Ed. Siglo
XXI,
pp.
153-179.
(13)
Ibid., pp. 168-169. |