Pionero
en las tareas del periodismo moderno mexicano, a lo largo de 73 años,
cotidianamente, El Universal ha servido a la nación con páginas
plurales que han sacudido al país con sus noticias y debates ideológicos.
Y al abrazar el diarismo político, el 1º. de octubre
de 1916, renunció a "las causas menguadas" para conquistar la gloria
de servir a una sociedad amante de la libertad.
En
sus ediciones diarias, especiales y suplementos -con cuyo papel empleado
podría cubrirse varias veces el territorio nacional-, tres generaciones
de mexicanos se informaron de la situación del México preconstitucional,
de la reconstrucción, de la guerra de los cristeros, del fin de
la era de los caudillos, del ocaso de los militares, y de las gestas del
México institucional, y del acontecer de una sociedad civil, despertada
por completo por el terremoto de 1985.
Con
servicios informativos internacionales, apoyados en lo más avanzado
de cada época, El Universal ha estado a la vanguardia desde
que salió a la luz pública, el domingo 1º. de octubre
de 1916, a un precio evocativo del pasado: �Cinco centavos oro nacional�.
Desde
la trinchera aliada de la I Guerra Mundial, recibió despachos y
fotografías de alto valor histórico, trasmitidas por su corresponsal
de guerra, el bate José Dolores Frías, y fue puntual
relator de la II Guerra Mundial. Tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki
estallarían muchas más: la guerra fría, la píldora
anticonceptiva, los rocanroleros, los hippies, la liberación femenina,
el movimiento estudiantil de mayo en París. Sucesos que repercutieron
en la vida política y social del México moderno.
Al
cabo de 73 años de trayectoria -en la que se registran una clausura
militar del diario, el encarcelamiento del director fundador Félix
F. Palavicini, acosos de grupos de poder ajenos a sus principios, y una
penosa etapa de dificultades económicas-, El Universal hace
hoy la más amplia y trascendente cobertura de los asuntos nacionales
e internacionales, desde su sede, en la ciudad de México, y con
una amplia y profesional red de corresponsales.
De
receptor de información internacional, El Universal se ha
transformado también en una fuente emisora de un completo servicio
de noticias de México a Estados Unidos, por el prestigio mundial
de que gozan las publicaciones de Los Universales, que dirige desde
el 23 de octubre de 1969 el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz.
LA
PRENSA LIBRE, URGE
�El
programa de El Universal es el programa de la Revolución�,
escribió Félix F. Palavicini, en sus primeras líneas
que dio forma tipográfica uno de los cuatro linotipos disponibles
para la publicación del entonces �Diario Político de la
Mañana�. Y planteó que en el país, �a medida que
la organización política se completa, la prensa libre, urge�.
Esa
prensa libre que convocaba Palavicini y que forjaría día
tras día en la primera época de El Universal, tuvo
el privilegio histórico de publicar, al tiempo de su promulgación,
la primera edición impresa de la Constitución de 1917.
El
público de la capital y de la provincia agotó los ejemplares
disponibles y un sobretiro de 10,000 folletines, conteniendo todos los
artículos de la Carta Magna. Esa edición es incunable.
La
primera rotativa de El Universal, una máquina de cuatro pisos,
gigante en su tiempo, además de símbolo histórico
en el que se entrelazan la ambición de servicio de esta casa editorial
con las grandes causas de la Nación y los hechos del México
posrrevolucionario, también es eslabón de dos siglos, uno
mecánico e ingenioso, y otro de amplia participación de la
opinión pública.
Así,
la �Constituyente�, fue la piedra fundamental en la que se fincó
la Compañía Periodística Nacional con tirajes crecientes
y diversos. Había sido adquirida durante el Porfiriato para imprimir
un diario católico de 160,000 ejemplares, una característica
industrial, no artesanal. Y por ello, esa rotativa, marca Goss, fue bendecida
por el arzobispo de México, José Mora y del Río.
La
Revolución enterró el proyecto de la publicación clerical.
La rotativa, que sería llamada �Mamá� en los talleres de
El Universal, (porque su producto sirvió para comprar otras
máquinas impresoras), dio a la luz el primer diario nacional de
corte político y plural, la Constitución de 1917, e imprimió
en 1926 las declaraciones del propio arzobispo Mora y del Río, quien
en nombre de la Iglesia desconocía los artículos 3, 5, 27
y 130 constitucionales, lo que marcó el origen de la guerra cristera.
La
avidez de información, comentario, debate, así como de integración
nacional de la sociedad mexicana, fueron requerimientos a los que El
Universal atendió con publicaciones de amplia aceptación
y gustados suplementos:
Dio
espacio al folletín y publicó el primer comic: �Aventuras
de Pacholín�, que junto con �Caperucita Roja�, �El papá de
Pacholín�, y �La Familia Martínez�, hicieron costumbre
en el gusto de los lectores del México de la primera parte del siglo.
Con
un afán impetuoso y de competencia publicó ediciones �extra�
para dar noticias de último momento, y en 1922 inició la
publicación de �El Universal Gráfico�, el primer vespertino
en Latinoamérica.
En
esos alegres veinte, nuestra casa editorial publicaba El Universal,
con el lema �El Diario Popular de la Mañana�, así como �El
Universal Gráfico�, �El Universal Ilustrado�, �El
Universal Taurino� y �The Mexican Post�, como culminación
de sus servicios en inglés, que habían empezado con una sección
especial en el diario matutino
Sus
reporteros, entusiastas �cazanoticias� fueron tejiendo la historia impresa
e hicieron escuela en la sala de redacción. En ella se forjaron
y brillaron Fernando Ramírez de Aguilar (Jacobo Dalevuelta), Rafael
Solana (Verduguillo), Jesús Gómez, José Gómez
Ugarte, Regino Hernández Llergo, Ernesto Hidalgo y muchos otros.
En
las planas editoriales destacaron los comentarios de Artemio de Valle Arizpe,
Ramón López Velarde, Luis González Obregón,
Saturnino Herrán y Manuel Revilla, que compartían espacio
con las plumas de don Luis Cabrera, José Vasconcelos, Querido Moheno
y con la prosa porfirista de Francisco Bulnes.
Las
seis páginas del primer número de El Universal se
habían convertido para el 1º. de enero de 1923, en 174 páginas
y cada ejemplar pesaba ese día 1,500 gramos, al precio de 15 centavos.
Dos años antes la publicación adoptó el lema actual
�El Gran Diario de México�, y el emblema del águila en vuelo
sosteniendo el mundo.
Esa
primera generación periodística identificaba el secreto de
su prestigio: � El Universal nunca grabó en su escudo causas
menguadas ni defendió intereses de grupo ni persiguió otra
cosa que el bien general�.
EL
MÉXICO DE LOS PRECURSORES
Félix
F. Palavicini renunció al diario el 3 de abril de 1923 y la dirección
fue asumida por don Miguel Lanz Duret, hasta su muerte, el 21 de
noviembre de 1940.
Casi
tres décadas cubrió Lanz Duret, significadas por una sociedad
mexicana que iba al encuentro de sí misma en las páginas
de Los Universales. Tiempo aquel en el que la Compañía
Periodística Nacional fue precursora de la primera estación
radiofónica, la �CYL�, conocida como de �El Buen Tono�. Sería
precursora también de la aviación en México y del
noticiario cinematográfico EMA (en 1950).
Una
serie de concursos de música, novela y oratoria, entre los más
destacados, iban al descubrimiento de lo mexicano y al estímulo
del talento. La �Canción Mixteca� nació en uno de sus eventos,
y el presidente Adolfo López Mateos, entonces joven estudiante,
fue campeón en el arte de hablar en público. Al hombre de
Tizapán le seguirían en la balaustrada de El Universal
decenas de muchachos que al paso de los años fueron y son gobernadores
(Celso H. Delgado y Rafael Corrales Ayala), senadores, analistas del acontecer.
Grande
era entonces la capacidad de nuestra casa editorial, que contaba con cinco
prensas: la �Constituyente�; la Goss �Carlos Mañana�; la Goss �Bucareli�;
la Scott �Iturbide�; y una Harris de cromograbado, llamada �Carlos Alcalde�.
Contaba también con 12 linotipos.
Y
para 1925, el periódico se distribuía en aeroplano. México
estaba conectado vía El Universal con todos los puntos noticiosos
del mundo, y del interior de la República, donde quedaban esparcidas
las cenizas del siglo XIX.
Hollywood
y sus sueños, la guerra civil española y su exilio, la expropiación
petrolera de Lázaro Cárdenas y su promisión, la II
Guerra Mundial, fueron sucesos plasmados en su dimensión en las
páginas del diario, en el que debatían las plumas de Carlos
Chávez, Antonio Díaz Soto y Gama, Mauricio Magdaleno, Nemesio
García Naranjo, Antonio Caso y Vicente Lombardo Toledano.
En
la búsqueda cotidiana de noticias, Eduardo Téllez Vargas,
segunda generación en los reporteros de El Universal, disfrazado
de enfermero entraba a un anfiteatro donde estaba el cadáver del
�Judio errante�, León Trotski, muerto en su refugio de Coyoacán,
el 20 de agosto de 1940.
El
hilo telegráfico trajo a México, vía directa desde
Europa, la fotografía histórica de Churchill con Stalin,
el 18 de agosto de 1941. Desde la trinchera de la redacción de Bucareli,
los lectores de El Universal permanecieron al tanto de la conflagración,
en lo que fue una destacada cobertura noticiosa.
Abril
de 1945 estremeció a la sección de cables, primero con la
muerte de Roosevelt, el asesinato de Musolini y finalmente con el suicidio
de Hitler. Después, el armisticio y la fundación de la Sociedad
de Naciones eran elementos de un mundo diferente, el cual sería
captado por �La Revista de la Semana de El Universal�.
Carlos
Septién García dirigió esta publicación que
se entregaba a los lectores como suplemento dominical, desde el 20 de marzo
de 1949, hasta su fallecimiento, en la tragedia de Mamulique, Nuevo León,
al caer el avión de la comitiva del presidente Adolfo Ruiz Cortines,
en que viajaba con su compañero Carlos Violante.
Después,
en la década de los cincuenta, la guerra de Corea y la muerte de
José Stalin se vuelven elementos clave en el estudio de la política
internacional. Y el prestigio del diario, fuera de nuestras fronteras,
se anota un triunfo con el premio �María Moors Cabot�, otorgado
el 2 de mayo de 1953 por la Universidad de Missouri, a instituciones promotoras
de la unión de las naciones americanas.
El
periódico plural y con compromisos al servicio de la nación,
que motivó al periodista Félix F. Palavicini, seguía
ganando batallas informativas en los turbulentos años sesenta, en
los que movimientos de obreros, profesionales y estudiantes exigían
participación más activa en las cuestiones políticas.
Tiempos
de la conquista espacial, del conflicto de Vietnam, de movimientos independistas
en África, América y Asia; de Fidel Castro, en cuba, y de
Mao Tse Tung, en China, y de los Beatles como símbolo del cambio
en las costumbres, la moral y la cultura, analizados puntualmente por la
pléyade de colaboradores a los que se habían sumado Julián
Carrillo, Salvador Azuela, Rubén Salazar Mayén y muchos otros.
VOCACIÓN
INDEPENDIENTE
El
licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz asumió la Presidencia y Dirección
General de El Universal el 23 de octubre de 1969, y con él
se abrió una etapa de modernización y de reafirmación
de la vocación independiente de nuestra casa editorial, con un ánimo
de perfección para ofrecer el mejor servicio a sus lectores.
Durante
los últimos 20 años, El Universal emprendió
una hazaña que se antojaba imposible, en aquel 1969, en que el hombre
llegó a la Luna, y que consistía en luchar contra la ruina
sin más armas que el arrojo y la fe humana.
En
1976, el presidente Luis Echeverría Álvarez inauguró
las instalaciones de Iturbide 7, donde se ubicó la sala de redacción.
Asimismo, se implantó el sistema offset color, que suprimió
el uso de linotipo. El inmueble, construido para las necesidades de un
diario de gran circulación tiene una gran cúpula que alberga
la sala de máquinas.
�En
los últimos años nos hemos robustecido como un medio que
reivindica su vocación por la objetividad, a través de páginas
abiertas a todo el abanico político e ideológico�, decía
el 21 de enero de 1981, el Presidente y Director General de
Los Universales,
licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, al presidente José López
Portillo, quien asistía a la inauguración del sistema computarizado
de la redacción (una derivación tecnológica de la
conquista del espacio) y de la potente rotativa Harris 1650.
En
esa ocasión, Ealy Ortiz estableció que �nos modernizamos
para servir mejor a México, con informaciones veraces y opiniones
cuyo común denominador es el afán de contribuir al avance
de nuestro pueblo�.
Casi
seis años después, el 17 de diciembre de 1986, ante el presidente
Miguel de la Madrid, quien inauguraba el edificio de Bucareli 8, Ealy Ortiz
manifestó:
�Con
su sólido prestigio, su respetable valentía y porque es absolutamente
independiente, El Universal únicamente está comprometido
con una causa: México�.
Y
en el marco del moderno edificio de oficinas recordó que �en esta
fuente de trabajo ha habido altibajos. En anteriores administraciones hubo
retrocesos al parecer por la dejadez y la ineptitud en la conducción
del periódico�.
Refirió
que en ese entonces �no aceptábamos que �El Gran Diario de México�
muriera en nuestras manos. El amor al periódico -continuó-
nos calaba y nos cala hondo, y buscamos remontar la crisis y salir adelante�.
Todavía
estaba abierta la herida social producida por los terremotos de 1985, en
la escena nacional surgiría la más disputada de las elecciones
presidenciales del México moderno. El Universal
publicó,
día tras día, las actividades de los candidatos en campaña,
en su primera plana, como lo exigía nuestra sociedad plural.
Cumplió
con México al dar amplia cobertura y sin cortapisa alguna en los
comentarios a los acontecimientos políticos de 1988, que culminaron
con la asunción a la Presidencia de Carlos Salinas de Gortari.
La
prensa libre que se ejerce en Los Universales ha estado a la vanguardia
durante los últimos nueve meses, de cambio profundo en el acontecer
nacional, sirviendo con información sin compromisos, ni de grupo
ni de partido, a una sociedad amante profunda de la libertad y de su pasado
de gloria e inspiración, impreso durante 73 años en esta
casa independiente. |